Ésta ha sido, quizás, la parte del viaje formativo que más ha entusiasmado al alumnado. Una ruta por el Río Borosa con una cantidad impresionante de agua cristalina y cuyo "rugir" nos ha acompañado durante todo el trayecto, relajándonos de manera elegante.
Es una ruta muy bien señalizada y segura para conocer un entorno privilegiado, rodeado de numerosa vegetación (lentiscos, romero, pino resinero, zarzaparrilla, sauces...). No en vano hemos ido encontrándonos con bastantes senderistas que se adentran también en el curso de este bello paraje.
Tras el avituallamiento correspondiente en una zona llana y agradable se sube hacia unas impresionantes cascadas (no el Salto del órgano que queda aún más arriba) de gran expectación. Toda la vegetación inferior helada y sobre la que caen gotas de las cascadas de una forma tan pulverizada que sigue protegiendo el hielo sobre el que está "protegida" esas plantas.
LAS IMÁGENES VALEN MÁS QUE MIL PALABRAS...
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